Es cierto que la Junta de Extremadura inició hace algunos años el increíble proyecto de incluir en cada aula ordenadores para cada dos alumnos y otro para el profesor. Ya hoy esta noticia se vuelve algo reiterativa y son varias las regiones ya que apuestan mucho más fuerte, quedándonos atrás como de costumbre. Por ello, se rumorea que la Junta propone potenciar dichas herramientas colocando un ordenador para cada alumno, incluso he creído informarme de que puedan ser ordenadores portátiles.
Hasta aquí nada nuevo y que no sepamos ya todos.
Pero
¿realmente se merecen los alumnos extremeños estos materiales tan caros? Cuando llego a las aulas cada día me echo las manos a la cabeza: las pantallas están
pintadas, llenas de
arañazos, los
teclados destrozados, con la
ausencia de varias teclas... "suelen" caerse al suelo junto con el "suicidio" involuntario de los ratones...
Todo ello supone un mantenimiento constante por parte del centro.
Sinceramente... no se merecen materiales más potentes e innovadores. Ni siquiera merecen los que ya tienen. Cuando les intento hacer entender que son alumnos afortunados dentro y fuera de España, y que millones de niños quisieran estar en su lugar, no sólo manejando un ordenador, sino simplemente pudiendo asistir a un colegio o instituto...
se me cae el alma al suelo cuando responden:
"y a mí que me importa", "no pasa nada, no es mío", "pues que se pongan en mi lugar, yo no quiero estar aquí...", "pues le haría lo mismo al portátil",
"Y qué pasa si lo rompo...". Todo ello con una actitud absolutamente insolente, burlona, con chulería vaya...
Señor
Guillermo Fernández Vara y Señora
Eva María Pérez, PERMÍTANME UN HUMILDE CONSEJO: premiemos a los alumnos que se esfuerzan y estudian;
vamos a regalarle un ordenador portátil a ese alumno que desea seguir estudiando y trabajando. Démosle la oportunidad de seguir adelante y de acceder de forma gratuita a Internet desde sus casas para que construyan un futuro adecuado a las exigencias del siglo XXI. Adaptemos una o varias aulas con ordenadores de calidad en cada centro para que se utilicen exclusivamente para ello y no con una sobredotación de ordenadores en todas las aulas; sólo corren el peligro de ser maltratados e inutilizados. No quiero ni pensar, que si son capaces de arrancar la pantalla fijada en la mesa, qué podrían hacer con la fragilidad de un portátil. ¿Y uno para cada alumno? No señor, NO SE LO MERECEN.
Indignada.